Para llevar a cabo todas las ideas que el Chef David Muñoz tenía en la cabeza contó con el gurú del interiorismo Lazaro Rosa-Violán, la única condición que el Chef le puso a Lázaro para trabajar juntos fue que en este espacio se tenia que ver a David al cien por cien y no a Lázaro.
¿El resultado? Diverxo es hoy, tal y como el Chef lo tenia en la cabeza, un lugar donde se empieza a saborear con la vista mucho antes que con el gusto, un restaurante de fantasía.
Evidentemente, los cerdos voladores - convertidos ya en seña de identidad de David- no podían faltar en el Diverxo, unos cerditos voladores ataviados con un tutú y fabricados por un maestro fallero.
Una colonia de hormigas XXL cromadas acompañan al cliente desde la entrada, subiendo con él las escaleras que llevan hasta la sala.
La puerta está custodiada por una banda de mariposas desplazándose hasta los baños, y no es por casualidad: " Cuando estas ante algo nuevo, algo por lo que estas esperando mucho tiempo y quieres que te sorprenda, sientes un cosquilleo. Estas son las mariposas que quiero que el cliente note en su estómago desde que llegue hasta que se vaya"
Romper con lo establecido, esa es la seña de identidad de Diverxo, tanto en los fogones como en el Look del restaurante, aquí se come en sillones , no en sillas, la luz emerge de debajo de las mesas en lugar de caer sobre ellas y las botellas no se enfrían en cubiteras sino en descomunales helados.
El blanco es el auténtico protagonista de la sala, que cuenta con una barra con cocina situada en pleno centro.
Restaurante Diverxo by David Muñoz, un ambiente con un delicioso aire retrofuturista y onírico, un tres estrellas Michelin donde se puede ir en bermudas.
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